Minutos después de las 20 hs. del miércoles 4 de abril un inesperado temporal con vientos de hasta 120 km/h azotó fuertemente al Oeste y Sur de Buenos Aires y dejó un saldo de 17 víctimas fatales, decenas de heridos, más de 500 personas evacuadas e innumerables daños para la población.
Las imágenes devastadoras perdurarán en la memoria de los vecinos y vecinas que experimentaron las condiciones climáticas inusuales para la región. Sin embargo, el hecho obliga al planteo sobre si estamos, como sociedad, preparados para afrontar una nueva catástrofe similar o de mayor magnitud.