martes, 14 de agosto de 2012

Evolución y nuevos desafío en la protección de los Derechos de lxs Niñxs

Por Matías Layes

El día del niñx es una fecha en el que se agasaja a los más pequeños pero, detrás de una posible concepción mercantilista, es menester plantear una revalorización de los derechos de lxs niñxs, el futuro de la sociedad.


A lo largo de la historia los niños, niñas y adolescentes fueron y son  sometidos a la voluntad de los adultos. Tanto en la antigüedad como en la edad media lxs niñxs eran considerados objetos del padre o el Estado, los cuales disponían de él a su propia voluntad.

Con el advenimiento de la revolución industrial esta cosificación se profundiza. La nueva forma de producción los absorbe como mano de obra barata y los resignifica como objetos de cambio que se comercializa en el mercado.

A mediados del siglo XIX la crisis del capitalismo y las migraciones, en su mayoría de Europa a América, visibilizó la problemática de lxs niñxs abandonadxs, lo cual representaba un peligro latente para la clase dominante, que frente a este escenario crea un mecanismo de control y vigilancia de los niños, niñas y adolescentes.

Esos niñxs explotadxs, exprimidxs y abandonadxs ahora eran encerrados en centros de resocialización. La lógica es siempre la misma, cuando un actor social no sirve al sistema se lo encierra, se lo invisibiliza.

Es en este contexto cuando en Argentina nace la ley 10.903, impulsada por Luís Agote. La conocida ley de patronato de menores representa el control sobre lxs niñxs en estado de vulnerabilidad.

La ley de patronatos consistía en la suspensión de los derechos de los padres y madres al ejercicio de la patria potestad para ser delegada a la figura del juez, quien tomaba las medidas, a su criterio consideradas. Se derivaba a lxs niñxs a centros de resocialización y de esta manera el Estado segregaba a la niñez pobre.

Los consensos internacionales y las modificaciones planteadas en relación a la legislación sobre la infancia poco modificaron la realidad de lxs niñxs en América Latina. Durante los 60 y 70 la presencia de regimenes dictatoriales hacían imposible lograr un avance en materia de derechos humanos y en los 90 el triunfo del neoliberalismo generó la desarticulación del Estado y con ello relega la responsabilidad y su rol garante de los derechos.

Todo este escenario posibilitó que la ley de patronato siga vigente en Argentina hasta el 28 de septiembre de 2005, fecha en la que se produce un cambio de paradigma a partir de la sanción de la ley 26.061- Ley de protección integral de los derechos del niño, niña y adolescentes –  lo que permitirá resignificar la concepción de niñx como un sujeto de pleno derecho.

Esta nueva ley recoge y hace extensivo todas las declaraciones internacionales del niñx y plantea la igualdad y una serie de derechos que definen al niñx como un sujeto autónomo.

Asimismo, la nueva legislación prioriza la asistencia estatal por medio de organizaciones especiales y plantea como última instancia la institucionalización, que significa la separación del niñx del seno familiar.

En los últimos años se logró un avance  en materia legislativa, pero se plantean nuevos desafíos a resolver. La judicialización, la estigmatización de lxs niñxs y jóvenes y la desintitucionalización.

Para ello se deben crear equipos que no solo estudien expedientes administrativos y judiciales, sino que revisen cada situación en particular para encontrar una salida acorde a cada niñx dentro de un contexto psicológico, familiar, social y comunitario.

Esto hace necesario la articulación de los diferentes planes con  las organizaciones sociales  para lograr la efectividad de los programas.

Por último, es fundamental la transferencia de recursos por parte del Estado para que las organizaciones puedan trabajar la problemática de lxs niños, niñas y adolescentes en condiciones de vulnerabilidad y de esta manera terminar con el estigma asociado al niñx pobre – delincuente y considerar a lxs menores como víctimas y no victimarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario