jueves, 12 de agosto de 2010

Programa 18: Juanito Laguna


Juanito, un retazo de realidad

Por Romina Luraschi

Antonio Berni nació en Rosario el 14 de mayo de 1905 y, de los 76 años que vivió, 60 de ellos los dedicó a la pintura. Realizó su primera exposición a los 15 años, en la que presentó oleos de paisajes urbanos y flores.

A los 20 años, ganó una beca de estudio que le permitió viajar a Europa, en una época en la que muchas estructuras estaban siendo sacudidas. Desde los paradigmas científicos hasta las ideologías y teorías sociales eran cuestionadas o reformuladas y, en algunos casos, como en Rusia, puestas a prueba.

Por supuesto, el arte no quedaba fuera de ésto. Y Berni tampoco.

La política y las preocupaciones sociales lo alcanzaron. Se acercó al surrealismo y, de la mano de éste, a la lectura marxista. Cinco años duró su travesía por aquél continente, hasta que la noticia de una revolución lo hizo regresar a Argentina, en 1930.

Lo que vio aquí contrastó fuertemente con la realidad surrealista que lo había abrazado en París. La desocupación, la crisis mundial, el hambre, el fraude electoral, las huelgas, el avance del Fascismo, las persecuciones políticas...

Berni observa y absorbe. Absorbe y elige.

Elige devolver, a través de sus cuadros, lo que la realidad le muestra.

Así es como, durante casi cuarenta años, entre viajes por Argentina y el resto de Sudamérica se aleja del surrealismo y se acerca al Realismo Social.

Todo este recorrido lo lleva a parir, a finales de los ‘50, a un personaje que refleja una realidad injusta e insoportable: Juanito Laguna.

Juanito es un niño que vive en una villa miseria, la del Bajo Flores. A través de él, Berni denuncia la crueldad de un sistema que no se cansa de expulsar gente: ayer inmigrantes, hoy pobres.

Los cuadros no están hechos como los anteriores. Para Berni la pintura al óleo no es suficiente para expresar su crítica frente a la sociedad de consumo. Es necesario utilizar los objetos reales de la vida de Juanito: latas, plásticos, hierros, maderas, telas, zapatos, juguetes, papeles, señales de tránsito.

Con la técnica del collage, sus obras adquieren dimensionaldad y parecen cobrar vida.

Según lo manifestado por Berni, Juanito Laguna es un símbolo que utiliza para agitar, para sacudir la conciencia de la gente. Quiere que para nadie sea un pobre chico, sino un chico pobre. Juanito Laguna no pide limosna, reclama justicia.

Juanito Laguna es más que un personaje del pintor Antonio Berni. Es la niñez pobre y excluida que habita las villas miseria. Nuestras villas miseria. Las de Argentina y Paraguay, las de Chile y Brasil, las de Venezuela y Uruguay. Es la niñez sin derechos, la niñez con necesidades que no podrán ser satisfechas, la niñez que sufre las consecuencias de una sociedad que excluye y alimenta a unos pocos, a costa del hambre de muchos otros.

Juanito Laguna no nació en el Bajo Flores, ni en 1958, ni es un niño. Juanito laguna es también una niña y nace cada día, en cada lugar de nuestro planeta.

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