Un rapto de locura.
Tren fuera de control se abalanza sobre rieles de colores, siguiendo las pinceladas de tanto tiempo derramado.
Al otro lado de la razón, en un estanque emerge Salvador Dalí
Cuando el telón se abre, nace, esta ahí y nosotros presenciamos sus primeros minutos de vida; con el devenir de la media hora ya estamos delante de su juventud y posterior adultez, el nudo que es esa transición ya tomo prisionera a nuestra atencion; cuando el telon se cierra, tras la agonia del desenlace, no existe mas, la experiencia y las sensaciones que causo en nosotros, son el cadaver de ese ser.
Todo lo que pasa afuera de las puertas de los establecimientos, debajo de las tablas parece no pertenecer a la realidad de algunos artistas. La idealización, el confort, la industria montada en torno al arte nos pinta (valga la redundancia) un mundo paralelo. Pero ¿es el artista parte de otro mundo? ¿cual es su lugar en la sociedad? ¿como los atraviesa la política y la economía?
Algunas de estas son las preguntas que intentaremos devalar en este particular viaje. Salvador Dali será el chivo expiatorio.
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