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A treinta años de la desaparicion fisica de uno de los personajes mas influyentes en la cultura del siglo XXI, ¿Quién es John Lennon? ¿Quiénes son los encargados de acercarnos la historia de este protagonista, de lo que fue uno de los grupos musicales mas masivos de la historia? ¿Cómo nos cuentan su historia?
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Nace el heroe (musical) de la clase trabajadora.
¿En dónde estamos? Imagina que aún quedan cinco años de Segunda Guerra Mundial, un tal Adolf Hitler hace poco menos de cinco meses decidió atacar Francia, la cual se rindió. Estamos en Liverpool, Inglaterra, ciudad industrial si las hay, la mayoría de los hombres del vecindario de seguro que trabajan en las inmensas fábricas, construídas con el dinero robado a los pueblos indígenas de América.
Este es el mundo al que un 9 de octubre de 1940, el azar decide lanzar a un nuevo ser humano. Su nombre: John Winston Lennon.
Asi es compañero lector, por más que las grandes discográficas se empeñen en hacer de los músicos, seres que aparentemente no forman parte del mismo mundo que nosotros, sino que vienen de otra realidad, a la que solamente podemos tener acceso a través de los cd's, dvd's remeritas, postercitos, etc. y que nosotros alegremente cambiamos por nuestro dinero (dinero que maneja ESTE mundo), o bien armando bandas, soñando con pegarla y que nos den un asiento, a nosotros también, en ese cohete que nos va a llevar a ese mundo de artistas, y así, felices, tambien pasar a formar parte de esa realidad paralela.
El pequeño John, fue bautizado de esta manera en honor a su abuelo John “Jack” Lennon, y también en honor a Winston Churchill (NdeR: Churchill manifesto abiertamente la admiración que sentia por Hitler, y fue un promulgador del libre mercado. ¿Qué ironía no?), por sus padres Julia y Alfred Lennon.
Fue sin embargo Tia Mimi, hermana mayor de Julia, quien se encargaria de la crianza de John, debido a la poca atención que parecian prestarle sus padres.
Alfred se ausentó de la vida de John cuando él era muy pequeño, y al regresar se encontró con una esposa embarazada de otro hombre y no dispuesta a recibir nada del ex marido.
Esto lo llevó a tomar la decisión de huir llevándose a su hijo, pero su intento se vio frustrado. Esa sería la última vez que Lennon vería a su padre en 20 años.
Su madre que lo visitaba en casa de sus tíos, fue quien le regalo su primer guitarra, al tiempo que tía Mimi le sugería a John que preste más atención a sus estudios, ya que “la guitarra no le daría un futuro”.
La escuela fue el lugar en el cual la personalidad de John empezó a ser contradicción en el mundo. Sus profesores solían definirlo como un alumno burlón e irrespetuoso. Lennon inclusive fue aceptado en la escuela de artes por intervención de su tía ya que no había terminado el nivel superior.
En 1958, cuando John tenia 17 años, se produjo el acontecimiento que generaría el rechazo que John siempre expresó por los policías: su madre muere atropellada por un patrullero conducido por un oficial ebrio.
La guitarra, la mejor amiga de ESTE hombre.
Bien. Ahora imagina que éres este joven, un adolecente inglés de origen trabajador, que siempre va a contramano del mundo, o mejor dicho de un mundo, y uno que cuando te cachetea para ubicarte, te quita cosas, digámosle, IMPORTANTES.
Ese es el Lennon de The Quarrymen, uno que compone canciones de rockan'rol, que son a su vez su medicina (como diaría Freud), y que luego se convertirían (al cambiar figuritas) en canciones de los Beatles.
Después de ahí: los discos de oro, "más populares que Jesus", la fama, las drogas y bla, bla, bla.
Este Lennon que no sólo veía en los Beatles una forma de canalizar sus angustias, sino también, de alimentar a su familia: Cynthia Powel a quien había conocido en las escuela de artes, y Julián, su hijo.
El Lennon de los Beatles, por describirlo de alguna manera, es uno que intenta proyectar su natural rebeldía en medio de un mundo lleno de guerras, confusión y una escena músical que se encuentra a la merced de la filosofías Huxleianas, de experimentación con estupefacientes, y las religiones orientales.
Lennon termina formando parte de ambos grupos. Por un lado, comienza a experimentar con LSD, de una manera ocasional, pero luego de esto se vuelve un aficionado al estupefaciente, convirtiendo muchas sencillas canciones de amor en relatos confusos, abstractos que testimonian sus experiencias bajo estos efectos. Un ejemplo de estas es Lucy in the Sky with Daimonds del album Sgt. Pepper's Lonely Herat's Club Band. Por otro lado, él y el resto del grupo comienzan a frecuentar al Maharishi Mahesh Yogui, responsable de introducir a la banda en las prácticas religiosas, sobre lo que John terminaría reflexionando de esta manera: "la religión fue el resultado directo de toda esa porquería de la super estrella: la religión fue una válvula de escape para mi depresión".
John Lennon deja oficialmente la banda en septiembre de 1969.
Con respecto a su periodo de primera plana en el mundo del espectáculo y su carácter esencialmente político Lennon diría: "Tenía mucha conciencia de clase, solían decir que era un resentido, porque sabía lo que me había sucedido y sabía de la represión de clase que nos afectaba, era un maldito hecho, pero en el huracán del mundo de los Beatles, se quedó afuera, cada vez me apartaba más de la realidad, durante un cierto tiempo".
¿En el patio de quién haría travesuras un buen niño rebelde?
Imagina que eres un multimillonario famoso, tu cara es reconocible en cada rincón del planeta, no tienes de qué preocuparte, puesto que tu vida (como la de todos los millonarios) no corre peligros. ¿Te convertirías en la cara visible de una campaña contra una guerra, y financiarías a grupos políticos en contra del país que más muertes, DIRECTA e INDIRECTAMENTE, generó en los últimos dos siglos?
Pues si sos John Lennon, sí. Durante los años posteriores al abandono de The Beatles, manifestó públicamente el apoyo al Movimiento Panteras Negras, a los Chicago Seven, a Jhon Sinclair (preso político). Inclusive el FBI lo relacionaba con el Grupo Internacional Marxista, cosa que Lennon afirmaría cierto.
Créeme lector que si en vez de Lennon fueras Nixon (no te ofendas), no te causarían ninguna gracia las canciones Give Peace a Chance, Happy X-Mas (War is Over), por más pegajosas que sean. Así, el entonces presidente de "la policía del mundo", EE.UU., decidió deportar al Beatle-de-la-boca-grande.
Durante los próximos tres años, viviría con el teléfono intervenido por el Servicio de Inteligencia Chanqui hasta que en 1975 finalmente se anularía el pedido de deportación.
Durante este tiempo, Lennon se reconocería sumamente asustado, muchos allegados lo describirían en un estado de paranoia profunda.
El 8 de diciembre de 1980, por la tarde, en NY, ciudad en la que Lennon vivía hace varios años ya, fue interceptado por un hombre, quien le pidió, le autografiase su copia de Double Fantasy, a lo que John accedió. Aquél personaje, denominado por la policía estadounidense como un "fanático desequilibrado del Sr. Lennon", se llama Mark David Chapman, y fue quien, tras pasar la tarde entera en la puerta del edificio en que se encontraban Lennon y Yoko Ono, disparó a John por la espalda.
John Winston Lennon sería declarado muerto apenas llegado al hospital.
Terminó
Poco sentido tiene, creo, enredarnos en la discusión del si fue un asesinato a pedido del gobierno, o simplemente un fanático que no sabe querer bien.
Lo importante y sobre lo que te invito a reflexionar es sobre la versión que nos entregan de este hombre. La versión de la estrella habitante del mundo paralelo del que hablamos al principio, o el hombre estupefaciéntico del LSD y el movimiento hippie de los 60, o lo que es pero aún, del hombre bizarro, simpático por su inofensividad a la hora de manifestarse, ingenuo y obviable.
Quien escribe estas líneas no cree que John Lennon sea ninguno de estos hombres. Quien las escribe cree que fue un hombre con problemas psicológicos relacionados con su niñez, un hombre que tomó decisiones y posturas, de las que después se arrepentiría y lamentaría, un hombre con una formación intelectual y política muy rica, un hombre con amistades peligrosas para el gobierno estadounidense, un hombre que se murió al costado del mundo fantástico, demostrándonos que ese mundo de la guerra de Vietnam era también el suyo. Ese músico de este planeta: El Beatle más real de todos.
John Lennon deja oficialmente la banda en septiembre de 1969.
Con respecto a su periodo de primera plana en el mundo del espectáculo y su carácter esencialmente político Lennon diría: "Tenía mucha conciencia de clase, solían decir que era un resentido, porque sabía lo que me había sucedido y sabía de la represión de clase que nos afectaba, era un maldito hecho, pero en el huracán del mundo de los Beatles, se quedó afuera, cada vez me apartaba más de la realidad, durante un cierto tiempo".
¿En el patio de quién haría travesuras un buen niño rebelde?
Imagina que eres un multimillonario famoso, tu cara es reconocible en cada rincón del planeta, no tienes de qué preocuparte, puesto que tu vida (como la de todos los millonarios) no corre peligros. ¿Te convertirías en la cara visible de una campaña contra una guerra, y financiarías a grupos políticos en contra del país que más muertes, DIRECTA e INDIRECTAMENTE, generó en los últimos dos siglos?
Pues si sos John Lennon, sí. Durante los años posteriores al abandono de The Beatles, manifestó públicamente el apoyo al Movimiento Panteras Negras, a los Chicago Seven, a Jhon Sinclair (preso político). Inclusive el FBI lo relacionaba con el Grupo Internacional Marxista, cosa que Lennon afirmaría cierto.
Créeme lector que si en vez de Lennon fueras Nixon (no te ofendas), no te causarían ninguna gracia las canciones Give Peace a Chance, Happy X-Mas (War is Over), por más pegajosas que sean. Así, el entonces presidente de "la policía del mundo", EE.UU., decidió deportar al Beatle-de-la-boca-grande.
Durante los próximos tres años, viviría con el teléfono intervenido por el Servicio de Inteligencia Chanqui hasta que en 1975 finalmente se anularía el pedido de deportación.
Durante este tiempo, Lennon se reconocería sumamente asustado, muchos allegados lo describirían en un estado de paranoia profunda.
El 8 de diciembre de 1980, por la tarde, en NY, ciudad en la que Lennon vivía hace varios años ya, fue interceptado por un hombre, quien le pidió, le autografiase su copia de Double Fantasy, a lo que John accedió. Aquél personaje, denominado por la policía estadounidense como un "fanático desequilibrado del Sr. Lennon", se llama Mark David Chapman, y fue quien, tras pasar la tarde entera en la puerta del edificio en que se encontraban Lennon y Yoko Ono, disparó a John por la espalda.
John Winston Lennon sería declarado muerto apenas llegado al hospital.
Terminó
Poco sentido tiene, creo, enredarnos en la discusión del si fue un asesinato a pedido del gobierno, o simplemente un fanático que no sabe querer bien.
Lo importante y sobre lo que te invito a reflexionar es sobre la versión que nos entregan de este hombre. La versión de la estrella habitante del mundo paralelo del que hablamos al principio, o el hombre estupefaciéntico del LSD y el movimiento hippie de los 60, o lo que es pero aún, del hombre bizarro, simpático por su inofensividad a la hora de manifestarse, ingenuo y obviable.
Quien escribe estas líneas no cree que John Lennon sea ninguno de estos hombres. Quien las escribe cree que fue un hombre con problemas psicológicos relacionados con su niñez, un hombre que tomó decisiones y posturas, de las que después se arrepentiría y lamentaría, un hombre con una formación intelectual y política muy rica, un hombre con amistades peligrosas para el gobierno estadounidense, un hombre que se murió al costado del mundo fantástico, demostrándonos que ese mundo de la guerra de Vietnam era también el suyo. Ese músico de este planeta: El Beatle más real de todos.
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